martes, 9 de noviembre de 2010


El Periódico El Norte recientemente publicó una serie de artículos relacionados con la ludopatía y sus efectos en las personas y en la sociedad. A continuación te anexamos la siguiente historia que a algunos les puede resultar exajerada, pero no dudamos de su veracidad.

En el RoyalBunker creemos en el juego responsable y es por eso que publicamos este tipo de artículos.

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Huye del infierno llamado ludopatía
Por
Andrea Menchaca

(24-Oct-2010).-
Hace una década Rita Martínez Jáuregui, un ama de casa con un negocio próspero, fue atrapada por la adicción al juego.


De hecho, en Monterrey hay cientos de experiencias similares a la suya.

Son personas que van aumentando sus visitas, estancia y apuestas en los casinos; que comienzan a perder dinero destinado a otros gastos; que empeñan, roban y mienten; que sufren, se aislan y siguen esperanzados en que todo lo recuperarán para saldar sus deudas.

"Los ludópatas no tenemos imaginación, todos pasamos exactamente por las mismas etapas", señala Rita, de 50 años de edad.

La diferencia es que el testimonio de Rita, escrito en su diario personal y unas cartas dirigidas a su marido, se convirtió en un libro, Conciencia Cero. El Dramático Relato de una Mujer Atrapada en la Adicción al Juego.

"Empecé a escribir hace nueve años, cuando tenía las crisis de culpa y angustia", cuenta la madre de tres hijos de 30, 25 y 20 años.

En la primera parte del libro narra sus días de sufrimiento, cuando lo apostaba todo y lo perdía todo; y relata algunas amargas anécdotas de otros adictos al juego que conoció en los casinos.

En la segunda parte cuenta sobre su proceso de recuperación, cuando se internó en el Centro de Tratamiento Compulsivo-Ludopatía Samadhi, en Chihuahua.

Al final habla sobre la ludopatía, enfermedad que conoce no sólo porque la ha sufrido sino porque en los últimos años, a pesar de ser adicta, se ha interesado en leer libros y artículos científicos sobre la misma.

"Vi que era algo que podía servirle a la gente, sobre cómo había sido la transformación", señala Rita sobre su libro. "Me hablaron de las editoriales y mi familia estuvo de acuerdo en perder el anonimato".

Su historia
Nacida en Monclova, Rita vivió 24 años en la Ciudad de México, donde trabajó más de una década en distintas dependencias del Gobierno federal.

En el 2000, su vida dio un giro de 180 grados. No solamente porque se mudó a Monterrey, sino porque fue el año en el que comenzó a frecuentar los casinos.

Un día de verano, cuando sus hijos y su esposo estaban de viaje y su hija mayor estaba ocupada, entró al mundo de las apuestas.

"Llegue de pura curiosidad y me fascinó porque era como un microcosmos con gente de todas las edades, clases sociales, colores. Era lo que necesitaba para sentirme acompañada, sentirme parte de algo", cuenta la vecina de una colonia de alto nivel socioeconómico.

Rita aclara que durante estos 10 años pasó por diferentes fases: la ganadora, la perdedora, la de desesperación y la de la desesperanza, donde los jugadores compulsivos consideran, incluso, la idea del suicidio. Ella lo consideró.

"Llegué a decir desde: 'yo me controlo', 'dejo de jugar cuando yo quiera', 'no le estoy quitando nada a nadie'", cuenta. "Luego vinieron las mentiras, las mentiras, las mentiras. Hasta que te creas una doble vida".

El juego, como lo señala en el libro, se apoderó poco a poco de su vida, de su tiempo libre, de los esquemas de socialización establecidos por años y, sobre todo, de su voluntad.

También la enfermó físicamente. Bajó de peso, sufrió ataques de pánico que le impedían dormir, reflujo y terribles dolores musculares derivados de la tensión y de estar tanto tiempo en la misma postura frente a las maquinitas.

"Las consecuencias físicas en mi caso sí fueron muy graves. Tengo una lesión precancerosa en el estómago derivada del consumo de café, del cigarro y de no comer", señala Rita, quien continúa medicada.

"Después descubrí que cuando estás jugando estás apretando la quijada, la mandíbula me llegó a lastimar de una manera espeluznante. Me quedo con las secuelas físicas de por vida".

Rita luce como una mujer madura y segura.

Vestida con un atuendo casual, su pelo castaño suelto y unos lentes que siempre porta, confiesa que hace un año ésta no era su imagen.

"Me veías y te asustabas. Estaba demacrada, andaba como fantasma, no quería hablar con nadie. Era un despojo de persona".

Aunque no tiene la cifra exacta, perdió mucho dinero, así como su próspero negocio de muebles y diseño de clósets.

"A mi familia sí le afecto, pero hasta ahorita ninguno me ha reclamado nada", señala.

Y es que Rita siempre fue la proveedora y la que tomaba las decisiones. La estructura de poder en casa no les permitía que la criticaran.

"Era difícil que me dijeran algo porque se metían con la autoridad. Yo me encerraba en mi misma, entonces no me decían nada", señala.

Un día su hija, quien reside en Europa, decidió tomar un vuelo a México tras enterarse de la gravedad del problema de su madre.

"Se me apareció aquí una noche, me sentó con toda mi familia y me dijo: 'te vas a tener que ir a tratarte porque esto ya no puede seguir. Vamos a mandarte'", recuerda.

En enero de este año pasó 40 días en "desintoxicación" en el Centro de Tratamiento Compulsivo-Ludopatía Samadhi, en Chihuahua.

"Fue un proceso muy doloroso que siempre evolucionó, nunca estuvo estático, siempre hubo algo que aprender", cuenta Rita.

"Entendí que dejar de jugar no era complicado, sino crear conciencia de quién era yo y cuál era mi propósito de estancia en esta dimensión".

Su esposo y sus hijos también participaron en la terapia durante una semana, desde las primeras horas de mañana hasta el anochecer.

"A ellos los ayudó a canalizar sus sentimientos, lo que me tenían que decir, lo hicieron en ese proceso. Me da la idea de que, como eso fue muy supervisado por especialistas, fue procesado tan bien", opina.

En busca de solución
La intención de Rita no es platicar una y otra vez su historia. Lo que realmente pretende es que el Gobierno estatal, las instituciones educativas, los medios de comunicación e, incluso, los casinos, se involucren en solucionar el problema de la adicción al juego.

"El testimonio no me interesa tanto porque ya se han dado tantos, son tan dolorosos y tan comunes que deben de ser rebasados", reitera.

"¿Cómo bajar la prevalencia de la enfermedad? Informa a la gente, haz una sinergia con toda la sociedad, promueve un plan que te permita incorporar a todos los actores involucrados".

De acuerdo con una encuesta realizada por el Centro de Tratamiento Compulsivo-Ludopatía Samadhi en Monterrey, existen 80 mil regios afectados por el juego.

"Lo más complicado del caso es que, en términos muy moderados y prudentes, tienes que agarrar a cinco personas que conforman el círculo íntimo de este ludópata, que van a salir afectados por la enfermedad", advierte Rita.

"El problema en este Estado es que no le ponen la menor atención".

Rita enfrentó lo difícil que es en Monterrey tratar la ludopatía: no había grupos de apoyo, especialistas en ludopatía y menos aun centros especializados para atender a los adictos al juego.

En el 2007, relata, en su euforia por renunciar al juego organizó la Federación de Jugadores en Riesgo. A través del psiquiatra Fidel de la Garza consiguieron instalaciones en las que pudieran sesionar los jugadores.

Al poco tiempo Rita recayó, sin embargo, en ese lugar continúa reuniéndose el grupo de Jugadores Anónimos.

En el 2010, después de haber salido de su estancia en la clínica chihuahuense, creó el Programa de Atención al Ludópata (PAL). Ahora también tiene el programa "Apuesta Cero" en dos estaciones de radio, dedicado totalmente a la ludopatía. Su siguiente paso es llevarlo a la televisión.

Ya no es cuestión de suerte. Su lucha ya arrancó.


Las fases de la adicción
GANADORA
· El jugador gana varias veces, dejándole con un optimismo razonable de que continuará su buena racha. Esto lo lleva a grandes momentos de excitación e incrementa la cantidad de apuestas.

PERDEDORA
· El jugador empieza perdiendo lo que había ganado, juego solo, piensa más en el juego y en pedir prestado, legal o ilegalmente. Empieza a mentir a la familia y amigos, se aísla y convierte en una persona irritable. No es capaz de pagar sus deudas. Cree que debe regresar al casino tan pronto sea posible para recuperar sus pérdidas.

DE DESESPERACIÓN
· Hay un marcado incremento en el tiempo dedicado al juego. Hay remordimiento, se culpa a la familia y amigos por lo que pasa. Eventualmente el jugador puede involucrarse en actos ilegales para financiar sus apuestas. Puede experimentar desesperanza, pensamientos suicidas, arrestos, divorcios, abuso de alcohol y drogas o una crisis emocional.

DE LA DESESPERANZA
· El apostador no encuentra la manera de salir de su predicamento; ha tocado fondo. En este punto la mayoría de los jugadores compulsivos considera la idea de suicidio y cerca del 20 por ciento lo intenta.

** Información de "Pathological gambling. An addiction embracing the nation". Illinois Institute for Addicton Recovery.

Las propuestas
Éstas son algunas de las propuestas que Rita Martínez Jáuregui incluye en su Programa de Atención a la Ludopatía:

· Que la Secretaría de Salud de Nuevo León tenga un programa especializado de atención para el adicto al juego.
· Que los casinos sean empresas socialmente responsables en las que haya información sobre la ludopatía y que destinen parte de sus ganancias para tener una línea de atención 1-800 para ludópatas.
· Que los profesionales de la salud se involucren y se especialicen en el tratamiento que deben recibir los ludópatas.
· Que las universidades incluyan en los planes de estudios de las áreas de psiquiatría y psicología materias que hablen específicamente de la ludopatía.

Contáctalos
Si requieres ayuda llama a:
· Jugadores Anónimos 811-041-0286

Y si deseas impulsar los planes de la Federación de Jugadores en Riesgo:
· Rita Martínez Jáuregui 8143-0423

3 comentarios:

Anónimo dijo...

C.C.P. Kamchin

Anónimo dijo...

es ludopatia gamblear la comida con card roulette ?

Morris dijo...

Claro que es ludopatia, nos encanta.